PARA AMAR A LA MUJER DEL MILENIO

Olvida lo aprendido.
Derriba todos los muros.

Quítate la piel y los miedos
permanece sereno a su lado
el tiempo que duren los latidos.

Recréate en su sonrisa,
emociónate con sus actos
como ella se emociona
con tus contradicciones,
tus travesuras,
tus temores.

Aligera el alma
del asfixiante peso
que no elegiste,
ese que tu género
impone a diario.

Besa con ardor sus penas,
ama sus arrebatos,
siente
suspira
sonríe
con los cinco sentidos.

Dale alas al entusiasmo
mira más allá de lo que ven tus ojos
y permite después que se aleje.

La mujer del milenio
sabe volar sola
y no será tu madre
ni tu esclava.

Respeta sus silencios
tanto como sus palabras
y no intentes protegerle si no te lo pide,
pero hazle saber que te importa.

Pues no se conforma con menos.

Beatrice Borgia, 16 de febrero de 2011